La industria robótica está experimentando una transformación sin precedentes, impulsada por las principales empresas tecnológicas del mundo. Gigantes como Tesla, Apple, Amazon y Meta están realizando inversiones significativas en este sector, considerando que la robótica representa la próxima gran evolución de la inteligencia artificial. Tesla, en particular, se ha posicionado como líder indiscutible con su robot humanoide Optimus, marcando el camino que otras empresas están comenzando a seguir.
El horizonte temporal para esta revolución robótica parece estar claramente definido. Los expertos señalan el año 2025 como el punto de inflexión para la expansión masiva de los robots, con proyecciones que sugieren que para 2040 podrían existir 10 mil millones de robots humanoides en el mundo, una cifra que potencialmente superaría la población humana global. Estos robots se destinarán principalmente a tareas en fábricas, limpieza, labores domésticas y trabajos peligrosos.
En este contexto global, la competencia entre Estados Unidos y China se intensifica. Tesla lidera el mercado estadounidense con su robot Optimus, que se espera tenga un precio aproximado de 20,000 dólares. Por su parte, China está desarrollando robots similares a un costo más accesible, alrededor de 15,000 dólares. Se prevé que, para democratizar su acceso, estos robots podrían ofrecerse bajo un modelo de alquiler por horas, similar al sistema de automóviles compartidos.
La industria robótica presenta interesantes paralelismos con el sector automotriz, un aspecto particularmente relevante para Argentina. El país ocupa el puesto 24 en la producción mundial de automóviles, lo que sugiere un potencial significativo para desarrollar una industria robótica local. La existencia de una consolidada industria de autopartes podría facilitar esta transición.
En términos de adopción robótica, Argentina actualmente se ubica en el puesto 32 a nivel mundial, con el sector agrícola liderando la implementación de estas tecnologías en el país. Este posicionamiento, aunque modesto, representa una base sobre la cual construir una industria robótica más robusta, siempre que se establezca una colaboración efectiva entre el gobierno, las universidades y el sector privado.
La revolución robótica, catalizada por los avances en inteligencia artificial, promete transformar radicalmente nuestra vida cotidiana. Se anticipa que los robots se convertirán en una presencia habitual en tiendas, hogares e industrias, asumiendo principalmente tareas peligrosas y repetitivas que actualmente realizan los humanos.
Argentina, con su base industrial establecida y su capacidad tecnológica, tiene el potencial para participar activamente en esta revolución. Sin embargo, el éxito en este campo requerirá una planificación estratégica cuidadosa y una inversión sostenida en investigación y desarrollo. La capacidad del país para adaptarse y competir en esta nueva era tecnológica dependerá de su habilidad para aprovechar sus fortalezas existentes y desarrollar nuevas capacidades.
Esta información fue compartida por Sebastián Di Domenica, periodista y profesor especialista en IA, durante una entrevista con Canal E. Para más detalles sobre esta conversación, puede acceder a: